La industria química convierte una amplia variedad de materias primas, entre las que se incluyen el petróleo, el gas natural, el aire, el agua, los metales y los minerales, en más de 70.000 productos diferentes. Se caracteriza por el procesamiento de materiales con varios niveles de explosividad. Estos materiales son fáciles de inflamar y a menudo tienen una tolerancia baja a la ignición. Cuando los vapores del combustible se combinan con el polvo, se crea un desafío único en el que la mezcla puede inflamarse por descarga electrostática, sobrecalentamiento mecánico o reacción química.